lunes, 26 de noviembre de 2018

Un lenguaje llamado Lunapop






Gabriel de Montemayor, o Gabo, como muchos le llamamos, crea un lenguaje a su medida para nombrar un mundo alterno. Ese yo poético mezcla guiños pícaros con una inclinación al juego, siempre al juego de palabras.
Al mundo de Gabo no se entra por pasillos y letreros, no hay instructivo con pasos a seguir, pues de entrada pone a bailar slam a la sintaxis, disloca la lógica de las oraciones para ponernos ante sus poemas. Si como lectores queremos entrarle a sus textos de una forma racional no tendríamos mucho éxito. Porque Gabriel no hace mucho a la secuencia tradicional. Para acercarse a los textos de Lunapop sugiero dos estrategias: abordar su trabajo con los ojos y con los oídos. Con los ojos como si estuviéramos ante una pintura o, más exactamente un collage de significados, de texturas. Y con los oídos como si escucháramos la parte hablada de una canción.

En el libro son comunes las aliteraciones que en su jugueteo forman un significado más amplio por adición, como es el caso de

“este Mundano Mundo Moribundo que Morirá (p. 40)”.

También encontramos retruécanos con el que el autor se solaza mientras rebota el ping-pong de los significados, como en

“Cuento en poesía que poesía te cuento” (p. 83).

Lunapop es un homenaje a Monterrey visto a través de su música y de algunos símbolos regionales, como sus creadores, su gastronomía y sus monumentos. Lunapop es norteño, cumbiero, rockero y además es un canto de amor por la ciudad, una que aquí se llama ValleGrande y ReySilla. Todo esto muy bien se puede leer con Los Montañeses del Álamo como fondo.

Precisamente es la música la que tiene un lugar especial en Lunapop y en general en toda la obra de Gabriel. Su trabajo no puede ser desligado de las olas acústicas de Soda Stereo, Fito Páez y otras bandas. Sin embargo, este libro aterriza y se mezcla con el sonido de las principales bandas que surgieron en Monterrey en los años ochenta y noventa. No es gratuito que la mayoría de los textos estén dedicados a músicos de nuestra generación, tales como El Gran Silencio, Andrés Cantisani, Plastilina Mosh, Zurdok, Jumbo, Kinky, Verbena Popular, entre otros.

El libro, que incluye poemas, poemas en prosa y cuento, se inscribe en una forma híbrida de creación que yo llamaría literatura musical, debido a su forma y a su contenido. Su forma es multigenérica y su hilado pone el acento en el sonido de las palabras. Ese acento lírico tiene muchas similitudes con el creacionismo que profesaba el poeta chileno Vicente Huidobro, que iba desde el juego de palabras hasta el uso de metáforas sin una base racional, como Huidobro decía: “Los cuatro puntos cardinales son tres: el sur y el norte”. Precisamente es el chileno quien en su manifiesto “Non serviam” establece una postura ante el acto creativo. El poeta es un pequeño dios que compite con la naturaleza:

"Non serviam"
"No he de ser tu esclavo, madre Natura; seré tu amo (. . .) Yo tendré mis árboles que no serán como los tuyos, tendré mis montañas, tendré mis ríos y mis mares, tendré mi cielo y mis estrellas. Ya no podrás decirme: 'Ese árbol está mal, no me gusta ese cielo . . . los míos son mejores'. Yo te responderé que mis cielos y mis árboles son los míos y no los tuyos y que no tienen por qué parecerse".

Hablo de una literatura musical también en su fondo, ya que los temas que aborda Lunapop contienen constantes referencias a la cultura pop en su vertiente sonora. Su autor toma como materia prima elementos tanto de bandas como del ambiente donde se desenvuelven sus letras y los mezcla con sus propio universo poético para dar por resultado un mix de poemas o, mejor dicho, una antología de canciones que elaboradas con textos vitales, muchos cargados de erotismo acompañado de alcohol, son luces de una vida nocturna que Gabriel de Montemayor vuelve libro. Uno que, acompañado la Cumbia Lunera nos hará ver al ValleGrande y ReySilla que todos llevamos dentro. Por favor, todos: ¡Salud!

Monterrey, 22 de noviembre de 2018.

sábado, 6 de octubre de 2018

Dos casos tristes





Hay personas que no conocen bien a su pareja sino hasta que se casan. Enorme sorpresa se llevan. Casi siempre una muy desagradable sorpresa.

Sólo hay otro caso más triste que éste: Las que no conocen bien a su pareja, sino hasta después de la separación.

¿Lo han visto? Acabo de saber de un par de casos.

martes, 18 de septiembre de 2018

Qué inteligente es





El adjetivo "inteligente" es usado para teléfonos, computadoras y otros artículos tecnológicos. Fuera de eso, con una frecuencia sospechosa observo que el calificativo se usa para menores de edad, mascotas, personas con alguna deficiencia mental. Y mujeres. Casi nunca para varones.

Pareciera que habría que resaltar lo que no damos por sentado, lo no común. Por qué. ¿Ustedes saben algo?

jueves, 16 de agosto de 2018

Pausa





Cuando vivía en Ensenada, los miércoles asistía a unas sesiones guiadas de meditación. Aunque me he propuesto seguir con ese hábito, lo cierto es que viviendo en Monterrey no lo hago todos los días. Quizá unas dos o tres veces por semana y no una hora, apenas un lapso o quizá dos de siete u ocho minutos. De todas formas me hace sentir bien. De todas formas siento que agarré la onda de cómo se hacía y eso me gusta.

Sucede que a veces me detengo del ajetreo, tengo un tiempo para mí y tengo varias emociones relacionadas con lo que he vivido en el último año y medio. Ha sido rápido, me he movido, me cambié de ciudad, me alejé emocional o físicamente (o ambas) de algunas personas y me aproximé a otras. Fueron meses que los caminos se me presentaron como cuando las palomitas empiezan a brincar. Y sí, libré todo con cierto optimismo y brincando siempre hacia adelante.

Antes yo creía que la meditación era reflexionar sobre ciertos temas, pero no. El acto de meditar es exactamente lo contrario: no pensar en nada y sumirse en el aquí y el ahora.

El día de hoy la camioneta que conduzco está en el taller. Algo le sonaba muy feo y era mejor pararla. Un poco eso siento yo, como que algo me suena y me tengo que detener. Quizá en este momento no para meditar, pero sí para caminar, salir, salir de un cuadrito emocional en el que me movía y retomar de nuevo el ritmo de la respiración.

En el último año y medio he adquirido algunos hábitos que me dan satisfacción; también he cerrado capítulos que era obligado clausurar. Hoy me tomo unas horas para pensar en esto y en pasar lista, de una forma tranquila y en paz, de las personas que van dentro de mí.

lunes, 13 de agosto de 2018

Carta de apostasía

Era el año 2011 y estaba decidido a dejarme de mamadas y presentar mi carta de apostasía. Fue el año que conocí a mi amigo Roberto Arizmendi, quien además es poeta. Fue él quien un día me invitó con su hermano Héctor. Su casa es de tres niveles en San Marino frente a una postal insólita que es el mar de Ensenada. Una o dos veces al año estábamos ahí, charlando y conviviendo con otros invitados. Un día a la hora de la comida me tocó sentarme a un lado de un hombre de unos cincuentaipocos años. No recuerdo la charla pero sí que era un tipazo super afable, con la sonrisa a flor de labio del que estaba seguro, de volvérmelo a encontrar, nos quedaríamos platicando otro buen rato. Era, como decimos en mi rancho, un peladazo a toda madre. Él tomaba vino, yo cerveza y el tiempo pasaba como el buque que veía de reojo en el horizonte. 
Días después, cuando estaba leyendo lo de la mentada carta de apostasía, supe que había que entregarla al obispo de la diócesis.
El hombre con el que estuve charlando era el padre Sigifredo Noriega Barceló, en ese entonces obispo de Ensenada y no tuve estómago ni tanates para ir a tocarle la puerta para un asunto más digno de un meme que de un trámite jurídico. Mi carta sigue guardada.



sábado, 4 de agosto de 2018

La lengua de tu vecino





Compras un auto de los llamados de alta gama. Tu vecino tiene otro parecido, pero como tiene una empresa con dos plantas en otros estados, decides que su vehículo te debe gustar más que el tuyo, aunque él subestime a la bandita del barrio aledaño, desprecie a tus compas de la Consty y sienta que se le debe la vida porque su empresa le da de comer a 2,500 familias. En tu afán de asimilar su estilo de vida —al fin, si son vecinos, quizá los confundan— compras accesorios de su marca y se los colocas, discretamente, al tuyo. Tu carro se va convirtiendo en un tercer tipo de vehículo. Seguramente funciona bien. Te sientes orgulloso y lo luces por las principales avenidas.

Así es la anglolización del español.

jueves, 19 de julio de 2018

Una vida en pareja





El lugar común de que una chica para que sea bella debe ser joven es sólo eso, un lugar común, un tópico, un estereotipo. Vamos, en muchos casos sí se cumple pero no tiene por qué ser la regla indiscutible. Me gusta mi mujer porque sin ser especialmente joven —de hecho es unos tres años mayor que yo— sigue estando muy hermosa. De hecho puedo decir que es más bella ahora que hace 30 años cuando la vi por primera vez  —y no me llamó la atención para nada.
Reconozco que los humanos somos complejos y cambiantes. No sé cómo seré yo dentro de 10 o 20 años; tampoco no sé cómo será ella. Sé que uno va cambiando pero también estoy seguro que nuestros principios esenciales se van puliendo, se van mejorando, permanecen.
No hay duda que uno de los mejores logros que puede uno tener es llegar a conocerse a sí mismo. En mi caso, eso me llegó algo tarde. Soy alguien que ha cruzado varios túneles y montañas, que ha vivido en desiertos y que ha experimentado inviernos asesinos así como varias primaveras idílicas. Y creo también que he sido afortunado al poder cambiar de vida varias veces, tener unos hijos muy hermosos y ahora viajar acompañado por una carretera que, no es que conozca bien, sino que ahora, como que traigo mejor vehículo, no me apuro demasiado en lo inútil —que es el 90%— y sigo los señalamientos. Me conozco mejor y eso me ahorra tiempo, esfuerzos y, por lo tanto, me ayuda llevar una vida más armoniosa, acaso feliz.
Agradezco a la vida por esta etapa que me está tocando vivir al lado de Martha Laura. Nada está escrito, pero se trabaja honestamente y con amor en construir algo sólido ladrillo a ladrillo.

sábado, 14 de julio de 2018

Imperativos de la masculinidad




Escucho al sociólogo español Luis Bonino Méndez en un video. Dice que hace unas tres décadas unos estudiosos escribieron algo sobre los "imperativos de la masculinidad", que en forma sintetizada se podría mencionar en cuatro aspectos:

  • No tener nada de mujer
  • Ser exitoso
  • Ser duro
  • Y mandar a todos al infierno 
Aclara que esto no deja de ser una lectura de un momento histórico.

Estos imperativos, dice Bonino Méndez, generan unas creencias fuertes que se interiorizan y que tienen que ver con las tres cuestiones:

  • La autosuficiencia
  • La importancia (ser alguien)
  • La belicosidad heroica (a modo guerrero o a modo deportivo)
  • y la diferenciación de las mujeres y lo femenino.


jueves, 12 de julio de 2018

Mis amigos anti Andrés Manuel

Más de cuatro amigos, conocidos, gente cercana, personas que aprecio, incluso que quiero mucho dedicaron semanas, meses, creo que muchos meses a explicar, alertar, advertir que Andrés Manuel sería una muy mala opción para ser presidente. Son personas informadas, con mucha experiencia profesional, profundos conocedores de la historia, personas que considero con aguda inteligencia y muy buena capacidad de reflexión y análisis. Gente que respeto, pues. A veces los vi muy viscerales, y en general atacaban sistemáticamente a las personas e ideas en favor del tabasqueño. Un día sí me dio tristeza leer a un muy querido amigo y crítico de Andrés Manuel injuriar a otro compa que de buena fe abría el debate, alguien con muchos años en los medios pero que se topó con una pared llena de cuchillos. Mi amigo se le fue con todo y aquello llegó al ataque personal. Quedé pasmado y aún lamento no haberle puesto un límite a mi amigo (ambos estaban en mi muro) ante esas injurias.
Voté por Andrés y en mi fuero interno me preguntaba cómo —esto no se lo dije a nadie— alguien que conozca de historia, algo de política, algo de partidos políticos podría votar por alguien distinto al papá de Jesús Ernesto. Nunca lo entendí pero me lo guardé.
No voy a restregarle a nadie el resultado de una elección donde los adversarios del ganador fueron los primeros en reconocer no un resultado, tan solo una tendencia.
Cada vez pienso con más certeza que la orientación política obedece más a un asunto de historia familiar y valores heredados por el cariño, que a un análisis personal y objetivo. Sin embargo, creo que el señor de Macuspana supo convencer de su postura a muchas personas de todos los sabores y colores fastidiadas de impunidad, corrupción e inseguridad y lo hizo mediante redes sociales y a fuer de recorrer cientos de municipios —acaso todos— durante años.
Creí y creo en este hombre junto a otras 30 millones 100 mil personas que le dimos el voto. Por eso, porque somos muchos, espero que mis amigos antipeje estén equivocados. Yo sabré reconocer si mi elección fue buena o no.

lunes, 2 de julio de 2018

La Morena




El próximo gabinete estará conformado por personas con amplia experiencia. La mayoría ocupará, por su edad, los últimos puestos en su vida profesional. 
La edad promedio es de 62 años y sería más alto de no ser por una joven que tiene todo el perfil para despegar pronto a las ligas mayores. 
Se llama Luisa María Alcalde Luján, tiene sólo 30 años, cuenta con maestría en Políticas Públicas por la Universidad de Berkeley y está en la antesala de ocupar la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el gabinete de Andrés Manuel.
Además de su preparación académica, Alcalde Luján inició su actividad política al participar, en 2005, a los 18 años, en las protestas contra el desafuero del actual presidente electo Andrés Manuel. Ya fue diputada federal del 2012 al 2015 y algunas de sus propuestas son duplicar el salario mínimo en los próximos seis años, crear una megaplataforma de empleo, becar a jóvenes en empresas y vigilar el outsourcing, entre otras.
La próxima secretaria del Trabajo, a quien por cierto apodan "La Morena", es toda una "milenial" —nació en 1987— y al parecer trae ideas frescas.
No me extrañaría que buscara una responsabilidad más alta en los próximos seis años.
No la pierdan de vista.

jueves, 28 de junio de 2018

Un par de carretas



Por qué cada vez que alguien dice: "Pueden más un par de tetas que un par de carretas" hay cierta inconformidad con esa decisión del varón, pero se le acepta con un resignado desdén.
Se la he escuchado a una suegra refiriéndose a su hijo en relación con la nuera, pero también a amigos, mujeres, hombres. Sí, el poderío del cuerpo femenino sobre el deseo masculino es un lugar común pero ¿por qué señalarlo? Se le señala, pienso, porque es la única explicación posible, y dicha condición es inevitable.
Me parece que la expresión implica un sesgo sexista, como declarar: "Al final de cuentas se trata de un varón y, nos guste o no, está atrapado en esa condición y no hay nada que hacer, aceptemos lo inevitable". No sé, pensaba en eso.

miércoles, 27 de junio de 2018

Perros que ladran



Una de mis labores implica manejar un vehículo. Por la calle se puede decir que convivo lo mismo con automovilistas que con traileros. Noto que hay lugares donde los perros le ladran mucho a los carros que pasan. Bueno, exactamente de la misma forma en que muchos tipos le tiran los perros a mi mujer. Ladran mucho esos sujetos y hay que estarlos espantando o poniendo a raya. En algunos casos es acoso de baja intensidad y es molesto. Pero a lo que voy es que me siento raro porque nunca me había pasado eso, que a mi pareja la pretendan tantos, aunque no me extraña porque al ser muy hermosa es obvio que levanta pasiones, y de la gente más inesperada eso es lo más curioso. En fin, yo fui el ganón y los perros que ladran poco a poco irán dejando de correr tras una rueda que no podrán alcanzar. Nomás les queda soñar y que sólo en sus fantasías se cumplan sus deseos. Lástima.

lunes, 18 de junio de 2018

Altibajos


Los altibajos me cansan muy pronto.
Cuando algo está en mi manos al menos puedo hacer algo.
No me gusta poner asuntos importantes en manos de otros.
Me meto a mi cueva por un tiempo. Días u horas.
Fui yo quien eligió mi camino. Y quiero seguir eligiendo siempre.

miércoles, 13 de junio de 2018

Estadios mundialistas




Doy por hecho que el estadio de los Rayados y quizá también el Universitario, ambos en Nuevo León, sean sede de algún partido del Mundial de Futbol 2026. Seguro estoy que hoy miércoles 13 de junio algunos empresarios están trabajando ya en cómo capitalizar esa derrama producto del turismo deportivo, la proyección de la ciudad (área metropolitana) y la publicidad en general, además de posibles inversiones. 
Deseo que algún día Ensenada, que es una ciudad con un potencial enorme en cuanto destino turístico e industrias verdes, pueda destacar en nuestro país como lo que es, una ciudad de gran valor para los que hemos disfrutado por años de ella. Con más visión se pueden tener resultados de mayor alcance. Sé que uno de los próximos alcaldes lo hará.

Andrés





La mamá decía que se llamara Andrés Manuel, como un politico a quien ella le seguía la pista desde el año noventa, cuando presentó su tercer libro y dirigía un partido en su estado natal. Al papá le gustaba el Andrés, pero el Manuel le reventaba las pelotas. Manuel definitivamente no. El papá tenía un amigo Daniel y el nombre sonaba mucho mejor. Triunfó la democracia y se quedó Andrés Daniel, mitad como el amigo, mitad como el político aquel que 17 años después estaría muy cerca de obtener la presidencia del país. El nombre de Andrés tiene dos décadas de rondar por estos pasillos. 
Recientemente la gente repite un apodo impuesto por los medios, la gente repite AMLO, dice AMLO pallá, AMLO pacá, repite AMLO y a mí me suena como a producto comercial. No sé si Andrés el tabasqueño llegue a presidente, parece que sí. La mamá del Andrés Daniel me lo dijo un día, allá por el 96. Dijo: "éste se va a lanzar para presidente y va a llegar". Un carajo me importaba quién sería presidente quién sabe cuándo. Miro muchos años atrás y veo que Andrés Manuel sigue en lo suyo, pero el nombre de Andrés Daniel me parece mucho más hermoso.

miércoles, 6 de junio de 2018

Libertad




Cuando la conocí había vivido en cuatro o cinco lugares del mundo. Su proyecto más visible era vivir, pero no podía ubicarla como la hippie que vende pulseras afuera de la universidad y es enemiga del agua. Había estudiado traducción en la universidad de su ciudad natal, en un país de Sudamérica y en algunos sitios dio clases de inglés, idioma que la conectaba con casi todo el mundo. No parecía preocuparle su futuro económico ni algún patrimonio. Tampoco, y esto sí lo decía textualmente, había pensando en casarse.
Se entusiasmaba con cosas a veces para mí tan simples que sin quererlo permanecía alerta a su nuevo descubrimiento. Sus hallazgos eran sencillos y su disfrute de la vida era la de una niña de cinco años que ha sido amada. Yo le encontraba parecido físico con Sabina Berman pero con el espíritu lúdico de Amélie (Audrey Tautou) y claro, políticamente incorrecta. Yo tenía cerca de 30 años, ella unos cinco años mayor.
Un día apareció su exnovio australiano con quien iniciaría un negocio en México. Un joven que creció en  una colonia de San Nicolás de los Garza, el conservador noreste de México, no iba a entender nunca que ellos se vieran y ya no pasara nada de nada. Si fueron pareja, pensaba, no iban nunca a ser amigos.
Con ella no entendí casi nada, casi nada cuadraba y disfruté casi todo. Pero no pude seguirle el paso y un día desapareció de mi vida. Había vivido de forma tan libre en tantos lugares y durante tanto tiempo que no pude aguantarle el paso. Hoy pienso que ella me orilló a pensar de otra manera algunas cuestiones del amor, los viajes y la pareja. Su forma de vida cuestionó profundamente la mía, pero no me di cuenta de nada en ese momento, porque en ese entonces también saqué cosas que luego me avergonzaron y ni siquiera sabía que tenía. Carajo, simplemente no estuve a la altura.

No volví a saber de ella ni nadie me supo decir a dónde se fue.

Debe tener 50 años y quizá viva en Australia o en Japón. Era sin duda una persona muy rara.

miércoles, 16 de mayo de 2018

En qué momento se es ensenadense



¿Cuando discutes sobre la Baja 1000?
¿Cuando has ido más de cuatro veces a funerarias El Angel a despedir a amigos, compañeros o conocidos?
¿Cuando conoces La Bufadora pero prefieres El Valle de Guadalupe?
¿Cuando conoces La Guerrerense pero también El Güero?
¿Cuando conoces Primo Nava, pero también Los Primos y El Carrizal?
¿Cuando te quejas del clima cuando pasa de 25 grados?
¿Cuando te has enamorado de una persona que vive aquí?

lunes, 5 de febrero de 2018

Relaciones en coma


En algún lado leí que en una pareja, el silencio pude ser una forma de agresión, agresión pasiva, pero violencia al fin y al cabo. Yo le llamo estado de coma al tiempo que pasa una relación cuando uno de los dos necesita comunicarse, pero el otro de forma deliberada guarda silencio. No está.

sábado, 3 de febrero de 2018

Los valores de la música



Para Alfonso Teja Cunningham

Esto es una intuición, más que un conocimiento. Pienso que cada estilo de música, cada género implica un conjunto de valores que son una forma de ver el mundo. Digo valores con pinzas; no me convence el término pero de momento no se me ocurre otro.
Cada álbum, cada grupo o cada músico es una mezcla del sabor de la época con la creación individual. En otras palabras, talento y época.

Hay géneros más absorbentes que otros, y esto sucede cuando los seguidores hacen tribu, me refiero a que producen un estilo de vida compartido y a veces ostensible. Los seguidores del rap, del reageton, de la banda, del heavy metal, la música colombiana suelen hacer patente sus preferencias. Me parece que en estos casos hay una fuerte identificación de ciertos valores del oyente con los que determinado estilo de música propone.

Pienso que nuestra primera infancia y juventud queda marcada por el tipo de música que nos pusieron enfrente, ya sea gracias a los padres, tíos, hermanos mayores o el influjo del barrio o colonia. A veces más adelante nos queda una inercia por buscar ese u otros estilos en la misma dirección, pero hubo un origen.

Aunque creo que la exclusividad total es muy rara (no creo que haya personas que escuchen un solo grupo o cantante siempre) sí pienso que cada estilo se vuelve un portavoz de nuestra sensibilidad individual, de ciertas formas de expresarnos acerca del mundo con la que estamos de acuerdo. Ese discurso de alguna manera nos representa. Por eso nosotros somos sus seguidores.


Mi mundo tú:

"Cuando hayas visto más allá de tí mismo, entonces quizas encuentres la paz de espíritu." (Within You Without You, The Beatles).
 “No dibujes a la Reina de Diamantes, chico, ella te golpeará si es capaz. Sabes, la Reina de Corazones es siempre tu mejor apuesta (The Eagles).
 “Libertad es sólo otra palabra para nada que perder. Nada no es nada, pero es gratis”. (Janis Joplin). 
¿Cuántos oídos debe tener un hombre antes de que pueda oír a la gente llorar? Sí, ¿y cuántas muertes tardará hasta que sepa que demasiadas personas han muerto? (Bob Dylan). 
“Me parece que el arrepentimiento es la palabra más difícil”. (Elton John). 
“Mi uniforme es de cuero y mi poder es mi edad”. (Kiss).
“Nadie lo quiere, solo mira el mundo. Planificando su venganza, que pronto se desarrollará”. Black Sabbath. 
“Envíame flores muertas a mi boda y no me olvidaré de poner rosas en tu tumba”, (The Rolling Stones).
"Lo terrible del mar es morir de sed". (Nací para esto, Gustavo Ceratti). 
“¿Tienes cambio, hombre?”, Elvis Presley. 
"Quien no se vuelve loco no es normal". Goran Bregovic.
“Es verdad, para qué engañarnos, somos dos imanes que nunca se unirán. Pasaran los años y seguiremos mirándonos”, Hombres G. 
          “Noche madre noche espina, noche tibia que se asoma luna turca, si me quieres estaré, sí,      
          enhebrando mi vida por tu aguja. (Miguel Bosé).

         “Mi mundo tú, mi casa tú, mi pensamiento, mi mejor momento, mi verdad eres tú”. Camilo Sesto.


sábado, 27 de enero de 2018

Visita de Benito



En aquellos tiempos, un poco más adelante del Génesis, yo estudiaba ingeniería en la FIME (UANL), pero aprovechaba cualquier hora libre para meterme de oyente a las clases de Genaro Saul Reyes en la Facultad de Filosofía y Letras, y no salir de su cubículo (él era coordinador de la carrera de Letras Españolas, con harto trabajo, pero siempre toleró que fuera a hacerle plática, preguntas). 
Por años fui de oyente. En esos tiempos unos estudiantes "de los más grandes" tenían una revista estudiantil. Uno de ellos, estudiante de Sociología, recibió unos poemas para publicarlos en aquella revista. Mi mundo en ese momento estaba más cerca de las "trastornadas" de Laplace y las ecuaciones diferenciales que con los formalistas rusos y las teorías del lenguaje, pero aquel grupo de estudiantes había recibido el texto de un huerquete que con cuatro hojitas dobladas se andaba queriendo llamar poeta. No recuerdo si se publicó, pero anoche, el orquestador de aquella revista y quien recibió mis "poemas" de hace casi tres décadas, estuvo en casa. Benito Torres Escalante dejó de ser estudiante de Sociología hace un cuarto de siglo. "No recuerdo si te publicamos", me dijo anoche. La verdad eso no importa. Ya no somos jóvenes y el buen Benito se ha dedicado a hacer labor social por la comunidad. Ha pasado mucho tiempo. Sigo tratando de trabajar con el lenguaje. Entré a Letras. Publiqué en otras revistas. Genaro sigue siendo mi maestro. 

Nunca volví a tener 18 años como en aquella ocasión.

jueves, 18 de enero de 2018

Decálogo del amante





1. Cuidas tu salud y la de tu amante. Tienes sexo seguro y responsable.
2. Proteges ante todo la identidad y buen nombre de tu compañera(o).
3. Tienes la libertad de cancelar una cita sin previo aviso, sin preguntas ni reclamos.
4. Tienes en todo momento la libertad y derecho de terminar esa relación sin explicación de por medio.
5. No involucras a terceros.
6. No involucras sentimientos, emociones ni aspectos de su vida personal ni profesional.
7. Los amantes acuerdan y respetan el modo en que disfrutarán de sexo.
8. Procuras respetar el lugar y la hora de los encuentros. Es de buena educación ser puntual.
9. No preguntas sobre asuntos que en realidad no quieres saber.
10. Respetas el cuerpo del otro.

viernes, 12 de enero de 2018

La tristeza de Artemio



Artemio tenía una amante que vivía también en Silao y con quien duró tres años. Un día ella le informó que dejaría de verlo puesto que estaba comprometida en matrimonio. Artemio quiso saber el nombre del futuro cónyuge. Martín Torres —dijo ella—, el de la ferretería. Entonces Artemio sintió tristeza por Martín, quien era un hombre bueno.

martes, 2 de enero de 2018

Se me cuida bien




Desde que era muy pequeño sentí fascinación por los efectos del lenguaje. Estoy describiendo un recuerdo con los ojos de adulto, pues claro está que a mis cinco años no tenía el concepto de fascinación ni de lenguaje.
Recuerdo que quedaba impresionado por la forma en que mi papá contaba chistes, anécdotas, situaciones cotidianas y la forma en que en mi mente se formaban imágenes, incluso emociones muy vívidas.
Veinte años después tomaba la clase de Análisis del Discurso que impartía mi maestra Lidia Rodríguez Alfano. Ella, en un apartado relacionado con la sociolingüística, nos mostró cómo hay acciones que se realizan al momento que se actualiza (¿ejerce, nos habita?) el lenguaje. Prometer, jurar, bendecir, entre otros, son actos que sólo se llevan a cabo al momento de pronunciar determinadas palabras, y siempre en presente y por lo general en primera persona. Ahí fue cuando me quedó claro lo que ya había empezado a entender con S.I. Hayakawa*: lenguaje y acción humana van de la mano y se modifican mutuamente.
Pero el lenguaje es engañoso. Se parece a una persona que no rompe un plato pero que puede producir los deseos más virulentos, apasionados y enfermos. O bien, mover a las acciones más sublimes, elevadas y generosas. El lenguaje es todo menos natural.
Pienso continuamente en los vericuetos del lenguaje, que para mí es una forma de comportamiento social y sólo engañosamente, falsamente individual. Reflexiono en la forma en que adoptamos comportamientos, es decir, expresiones, creyendo que somos cada uno quien se expresa, pero más bien reproducimos patrones, formas de pensamiento. Lo cual no es condenable de ningún modo, sólo que me parece un autoengaño creernos dueños de algo que en realidad es propiedad colectiva.
No deja de rechinarme un poco el oído cuando escucho en la expresión "Diosito me la bendiga"** cierto machismo embozado, un poder disfrazado de cariño, una distancia no horizontal entre el hablante que se coloca a una venerable distancia, y el receptor. Lo mismo con las expresiones al estilo "te me tapas bien" y "se me cuida bien", etcétera.
No hay duda que el lenguaje tiene la capacidad de situar al hablante y al oyente en un lugar simbólico que puede llegar a ser agresivo sin mostrarse así. Las sutilezas son tan importantes como el "mensaje principal", y sólo cuando revisamos qué formas de lenguaje asumimos como válidas nos damos cuenta un poco más de las ideas que hemos adoptado, pues todo lo que nuestra cabeza se ha apropiado ha entrado por medio del lenguaje. Y se los pongo por escrito.





*El libro El lenguaje en el pensamiento y en la acción (1938) me voló la cabeza cuando lo leí en 1992, por su enfoque semántico y su llamado a la cooperación humana, en un momento en que el fantasma de la guerra amenazaba no sólo Europa sino el mundo entero. Hayakawa fue un lingüísta norteamericano que explicó en este ensayo, de una manera muy didáctica, las funciones del lenguaje y la forma en que impacta en el pensamiento y la percepción de la realidad.

**Para mayor análisis revisa los pronombres de objeto directo.