domingo, 26 de noviembre de 2017

El nombre de los aeropuertos




En el 2015, más de 73 millones de personas volaron en México, tanto en vuelos nacionales como internacionales, según un informe de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Estas personas pasaron al menos dos veces por un aeropuerto, ese espacio aún impersonal, frío, aséptico.

A mí me gustaría que nos apropiáramos más de esos lugares, hacerlos más familiares. Y como en mi vida muchas cosas empiezan por el nombre, es decir, por el nombrar, podemos mencionar a esas terminales por su nombre de pila, que los tienen.

El de Monterrey sería el Mariano, el de Tijuana es el Abelardo, el de Guadalajara es el Miguel Hidalgo, el de la Ciudad de México es el Benito Juárez. ¿No nos suena más familiar?







lunes, 20 de noviembre de 2017

Monterrey, seis años después




Hace seis años Monterrey era una ciudad en crecimiento acelerado, pero ya dejó de crecer. Hoy lo que existe son 40 o 50 pequeños polos urbanos cuyo punto de referencia no es ni una iglesia ni un parque, mucho menos un arroyo. Esos polos urbanos tienen como punto de reunión un centro comercial. Esos lugares con cine, locales de franquicias, muchos de ellos de comidas, estacionamiento. Sitios en dónde pasar el tiempo e irse a divertir.

La vida en Monterrey se hace complicada sin automóvil, y con él se hace casi imposible al tener que circular en horas pico. Por fortuna nos parecemos cada vez más a una ciudad estadounidense. Qué agradable.

Monterrey no es el mismo.

Lo bueno es que yo tampoco.

martes, 7 de noviembre de 2017

Poner límites, dejar ir





Sucede que a muchos nos parece complicado alejar o alejarnos de las personas difíciles, pesadas, que no fluyen, esas que llaman tóxicas. La culpa, la costumbre, el qué dirán o simplemente la flojera, nos lo impiden. A veces toma años poner manos a la obra, y no pocas veces luego de un proceso provocado por un tocar fondo, un no poder respirar bien por estar hasta la barbilla hundidos en la mierda.

No soy especialista en el área; si puedo ayudar, trato de hacerlo, pero lo que suelo hacer es recomendar ayuda profesional. No creo que haya un solo camino, en mi caso, lo que estoy aprendiendo es a soltar, desapegarme, dejar ir; centrarme más en el momento presente que en el pasado o en el futuro. Caray, no tenemos idea de cuánto vaya a durar nuestra vida, lo que sí percibo es que cada año, cada mes, cada semana, pasa a una mayor velocidad que antes, el tiempo pasa muy rápido, y sí, mientras le metemos galleta a nuestros afanes a futuro, me parece muy bueno aprender a disfrutar el presente con plena consciencia.



Una persona coherente en lo que dice, hace y piensa puede ser buena asesora/consejera, porque lo que diga lo estará viviendo en sí misma.

domingo, 5 de noviembre de 2017

Sólo en presente






Es muy padre poder elegir con absoluta libertad las personas con las que uno quiere pasar tiempo. Ayer un amigo me dijo que no sentía en este momento desde la carencia, que no tenía nada pendiente. Sí había cosas que deseaba hacer, pero que no había nada que no tuviera. Lo vi contento, pero sobre todo en armonía y disfrutando.
Hay veces que no está en nuestras manos estar cerca de personas que uno quiere, pero es decisión de uno vivirlo como carencia. Pienso por ejemplo en mi hijos, que están lejos.

Estar y disfrutar de la compañía de otras personas me parece que es en parte consecuencia de estarla pasando bien con uno mismo, tener resueltos asuntos importantes y buscar la armonía.
En los últimos meses mi percepción sobre mí mismo se ha modificado. Ahora busco y siento placer en pasar tiempo solo, caminar por cualquier parte, no tener prisa y estar consciente del momento presente, sólo del presente. Ir al desierto un rato, ya sea interior o exterior. Estar en el centro. Pero todo en presente.



"Cuando una realidad es más grande que tú, ni siquiera se puede pensar palabras".

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Reflexiones sexosas sobre ellas





1. Pareciera que ciertas chicas bien zafadas de su cabeza tienen un atractivo particular. Tienen una fila intentando llevárselas a la cama.

2. Hasta la más seria y reservada tiene una forma guarra y personal de pedir que le cumplan un deseo ¡y ahora!

3. Ellas simplemente cogen e intentan disfrutar. No presumen sus logros, si acaso comparten experiencias. Todo sería más sencillo si fuéramos tan discretos como ellas.