viernes, 25 de agosto de 2017

La canción más triste


Ésta es para mí la canción más triste que he escuchado. Letra y música me hacen pasar un trago de hule seco por la garganta.

"Si la vida es una orgía lenta, lo mejor debe estar por llegar".

"Pero no me queda más memoria y no hay foto que quiera borrar".




martes, 22 de agosto de 2017

Apresurarse despacio (hace años)




Llegué a donde nunca había llegado gracias a una pasión.
Más que estar, quería estar yendo hacia ella continuamente, como las olas que no se cansan de repasar sus límites para ver si llegan más lejos cada vez.

**


Una alfombra de arena dura y mojada cubría la orilla. Tú dormías en la misma ciudad, en tu cama, pero yo no lo sabía. Sabía, en cambio, que no me iría de esa ciudad hasta no saber que más que una pasión, había llegado por encontrarme con tus labios, no sólo para comprobar el deseo, sino para seguir yendo, por mucho tiempo, hacia tu boca.

lunes, 21 de agosto de 2017

Risa y seducción


Pareciera que hubiera una curiosa relación entre la capacidad de un varón de hacer reír, y cierta facultad suya de seducción.

jueves, 17 de agosto de 2017

Taller de Creación Literaria vía Skype


Mecano para principiantes —mecanografía básica—



Para quienes comenzamos a ser jóvenes en los años ochenta, el grupo español Mecano fue una feliz novedad. Con sus letras un poco frívolas y divertidas en un principio, y con temáticas más sociales al final nos acompañaron como la banda sonora de varias secuencias autobiográficas.
Además de abordar varios ritmos, sus letras jugaban con modismos, guiños y licencias literarias. Estas últimas, “infracciones” a favor del estilo o del sentido de una canción, en ocasiones nos parecieron algo extrañas.
En “Cruz de navajas”, su primer éxito en México, se menciona un “somier taciturno que usar por turnos”. Sólo algunos observadores detectaron que María y Mario, los protagonistas del tema, compartían apenas una rústica base de colchón que los distanciaba más.
En esta misma pieza, un juego de palabras altera y “oculta” un sentido que va en la misma dirección que la presentada: “y María se moja las ganas en el café/ magdalenas del sexo convexo” puede leerse como un tropo (recurso literario) de los versos “y María se moja las ganas del sexo convexo/ magdalenas en el café”. Esta última parte es una construcción visual de sentido erótico... aunque de todas maneras el tal Mario no captó la indirecta.
En los ochenta escuchamos también “Me cuesta tanto olvidarte”. De momento no supimos qué era aquello de “la cara vista es un anuncio de Signal”. Que nadie nos culpe, pues en México esa marca de pasta de dientes nunca se conoció. En la canción la frase expresa ese fingir una feliz sonrisa mientras que en el interior “la cara oculta es la resulta de mi idea genial de echarte”.
Un modismo español nos dejó “en ayunas” al escuchar “Los amantes”. La pieza dice: “Y como no tengo complejos/ me miro siempre en todos los espejos/ antes de echar los tejos”. Mientras en México conocíamos la “bebeleche” o “avión”, en España jugaban a derribar con una piedra —o tejo— un palo clavado en la tierra. El juego derivó en la “treta” en arrojar “los tejos” muy cerca de los pies de una muchacha con el fin de sacarle plática.

Una rosa es un rosario
Cuando William Shakespeare escribió: “La rosa no dejaría de ser una rosa y de esparcir su aroma aunque se llamara de otro modo”, hacía referencia a aquella vieja discusión sobre la cosa y su relación con el nombre que la designa. A principios del siglo XX, la escritora Gertrude Stein creó su famoso aforismo: “Una rosa es una rosa es una rosa”, con el que expresaba que sólo usando el nombre del objeto se le puede invocar.
José María Cano, uno de los integrantes de Mecano y sin lugar a dudas un buen lector, escribió la canción “Una rosa es una rosa”, rumba a ritmo de flamenco que, más allá del tema del amor doloroso da una vuelta de tuerca al tema de la rosa: “Una mentira y un credo/ por cada espina del tallo/ que injertándose en los dedos/ una rosa es un rosario”. Este último verso captura con toda su fuerza el dolor existencial encerrado en un nombre. Nada menos.
En las letras de José María e Ignacio Cano aparecen decenas de referencias literarias, homenajes (“Eungenio Salvador Dalí”, “Laika”, “Los héroes de la Antártida”, “JC”, “Aidalai”) y alusiones al cine (“Almodóbar”, la película “Hijos de un dios menor”) y asuntos de discusión social como la homofobia, el VIH, la discriminación por raza.
Lo que en todo momento evitó que sus canciones cayeran en el panfleto fueron su riqueza de recursos y que en sus letras abunda la poesía acompañada de una excelente composición musical.
Lo anterior demuestra que, en asuntos de belleza, la culpa no siempre es de los ojos: a veces la culpa es de los oídos.

martes, 15 de agosto de 2017

Carrera presidencial 2018 (I)



Andrés Manuel es el único que tiene asegurada su presencia en la boleta electoral de las elecciones presidenciales del 2018.

A diez meses y medio de la elección, el PRI no tiene un candidato ni tampoco un precandidato consistente. El voto antiprí es el mayor enemigo de este partido, por lo que, como de costumbre, el tricolor (que gobierna 14 estados de la república) pondrá a trabajar su maquinaria, especialmente en ese 48 por ciento de la población en donde es gobierno.

Por el PAN, las campañas de Margarita Zavala y Ricardo Anaya no despegan. No tienen la presencia de Andrés Manuel que lleva 18 años en campaña, aunque son capaces de agrupar el voto de odio contra el tabasqueño y el voto de castigo en contra del PRI.


Los posibles candidatos independientes como Jaime Rodríguez Calderón, Emilio Álvarez Icaza, María de Jesús Patricio Martínez (EZLN) y Armand Ríos Pïter no tienen posibilidades de ganar la presidencia. Por un lado serán un experimento que traiga aire fresco al clima electoral y los posicione para una ulterior carrera política en el ámbito nacional, y por el otro estarían atomizando la figura de candidato independiente en muchas propuestas. Esto último beneficiaría en última instancia al partido que tenga mayor cohesión y lealtades de sus seguidores, en este caso el PRI.

Cabe señalar que para obtener su registro como candidato independiente, el interesado deberá reunir firmas del uno por ciento del padrón, o sea alrededor de 850 mil personas de al menos 17 estados del país en un periodo de cuatro meses. No la tienen nada fácil.

lunes, 14 de agosto de 2017

"Locus amoenus"



Hay días que me da la nostalgia. Y pienso en ciertos lugares en los que yo jugaba. En literatura existe el tópico locus amoenus para denotar ese sitio idílico, o idealizado más bien como símbolo de seguridad y tranquilidad.

Cuando tenía cinco años mi mamá me llevaba a una plaza en la colonia Mitras Centro. Google maps me regala una imagen algo distinta a la que recuerdo. Descubro ahí con sorpresa que esa plaza está sobre la calle Ensenada.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Rius, humorista y educador informal




Eduardo del Río falleció el pasado 8 de agosto, pero en sus libros y revistas dejó un legado con el que siempre incitó, con humor corrosivo, la curiosidad de varias generaciones



A principios de 1969 el caricaturista Eduardo del Río, “Rius”, fue secuestrado por hombres armados al sur de la Ciudad de México. En un campo militar en Toluca, fue interrogado por varias horas y amenazado de muerte. Se le señalaba de posibles vínculos con la guerrilla de Lucio Cabañas en Guerrero, nexo que él negó.
Lo que sí parece un hecho es que jóvenes del Movimiento del 68 le pedían caricaturas que distribuían como volantes en los mítines, lo que irritó al presidente en turno, Gustavo Díaz Ordaz.
Repentinamente, durante su cautiverio, el trato cambió. De forma inesperada fue liberado, incluso le ofrecieron alimentos.
El expresidente Lázaro Cárdenas del Río, pariente suyo, había llamado a Díaz Ordaz para pedirle que fuera puesto en libertad. “Rius” declararía, con cierta mofa, que era el único en no haber desaparecido por órdenes de Luis Echeverría, en ese entonces secretario de Gobernación.
Rius inauguró a riesgo de su propia vida el hecho de que uno se pudiera expresar libremente en un país, en el que si bien no había una dictadura, siempre había reglas implícitas sobre el silencio”, señala María de Lourdes Casillas, ex activista originaria de Morelos que en diversas ocasiones conversó con el caricaturista.
Para Casillas, participante de movimientos sociales en los noventa, el cartonista fue un educador político pues, afirma, “te podía explicar los temas complejos. Era el maestro que te hacía parecer sencilla la filosofía, la economía y los entramados de los partidos políticos porque te lo bajaba a un lenguaje muy sencillo. Ese fue su legado: acercar a muchos a la política y también a la discusión sobre el veganismo, las corridas de toros (a las que siempre se opuso), a la medicina alópata, entre otros muchos temas".

La farsa, un género doloroso
Para el especialista en cultura popular, Genaro Saúl Reyes Calderón, la obra de “Rius” jugaba un doble papel, al provocar risa y al mismo tiempo enfrentar a una realidad trágica de una forma crítica.
“Con su obra —señala Reyes—, ‘Rius’ nos ha dejado un mural de México cuya acidez, cuya corrosividad nos permitió ver críticamente nuestro entorno. Es el mejor ejemplo de que la farsa es un género doloroso, porque nos hace reír con la forma, pero nos golpea con la realidad trágica que encierra”.
Desde sus tiras cómicas, el caricaturista nacido en Michoacán en 1934, retrató un México de opresión y abusos que lo llevó a colaborar en muchas revistas y periódicos de México,  como “El Universal”, “Siempre!”, “Proceso”, “La Jornada” y “Ovaciones”.
Para el también crítico literario, “Rius” “nos enfrentó desde ‘Los Supermachos’ a otro México: el México real, el México aplastado por la corrupción y la prepotencia de las fuerzas vivas, como sucedía en San Garabato.
Y detalla: “Juan Calzonzin fue nuestro guía en el recorrido por ese mundo de corrupción, opresión y abusos que mangoneaba el presidente municipal don Perpetuo del Rosal, apoyado por las fuerzas vivas representadas por el cantinero gachupín Fiacro Franco, el burócrata sin conciencia don Gedeón Prieto, la bigotona beata Doña Eme, el burgués explotador don Plutarco, la frívola primera dama de San Garabato doña Pomposa y su inútil hija Enedina, y los policías animalescos ‘El Lechuzo’ y ‘El Arsenio’”.
Ganador en dos ocasiones del Premio Nacional de Periodismo —1987 y 2010— Eduardo del Río escribió y dibujó desde 1965 la historieta “Los Supermachos”, que duró apenas 100 números pero cuyo tiraje alcanzó los 250 mil ejemplares a la semana.  Por presiones gubernamentales, el editor lo retiró y “Rius” comenzó a producir “Los Agachados”. Esos ejemplares hoy son objeto de colección.

Primero humorista, educador después
Lector de “Rius” y poseedor de casi medio centenar de sus libros así como de “Los Agachados”, Aarón Aguirre Reyna quien por años trabajó en la redacción para Grupo Reforma, menciona que a Eduardo del Río se le atribuye ser el inventor de la historieta didáctica.
Señala que el humor “pachanguero” fue uno de los factores para ser recordado con agrado. “Lo que me enganchó a ‘Rius’ desde la primera vez que lo leí fue su humor, que tiraba desde lo cómico de situación hasta llegar a sus ganchos al hígado a las vacas sagradas del país, ya sea de la política, el espectáculo o las artes”, subraya.
“Lo didáctico era también algo que me atrajo de sus libros, pero para mí primero fue humorista y luego educador.
Para Aguirre, había gente que lo leía a escondidas “porque, hasta hoy, no había una lectura más demodé y ‘anticool’ que ‘Rius’, odiado por la izquierda y la derecha, y echo a un lado por las nuevas generaciones.
“Todavía es conocido por ser quien inventó la historieta didáctica (‘cómic’ era un término que no se usaba normalmente en México), además de atreverse a usar su creación (ya fueran "Los Supermachos" o "Los Agachados") desde una óptica de oposición al régimen priista en el poder, y ya después abiertamente socialista. Ésta es la razón por la que fue arrumbado por mucho tiempo al cuarto de los trebejos ideológicos, y del que luego salió al abjurar de la dupla URSS-Cuba cuando descubrió los crímenes cometidos por estos países en nombre de la libertad. El humor tan fresco y pachanguero que siempre estuvo en sus publicaciones también es algo para poder recordarlo con mucha simpatía”.
María de Lourdes Casillas tal vez resuma la esperanza que significó para muchos, siempre con humor, el trabajo de Eduardo del Río: “Sentí que al morir ‘Rius’ se moría una parte importante de mi juventud, aquella de ideales y la ilusión de un cambio verdadero en el país”.

Eduardo del Río murió el 8 de agosto, a los 83 años, en su querido pueblo de Tepoztlán, Morelos. Un humorista crítico y a la vez impulsor de causas sociales, maestro de generaciones de caricaturistas, “Ruis” fue sin duda uno de los grandes educadores de México del siglo XX.

martes, 8 de agosto de 2017

Las posturas aceptadas de Rius






Aunque muchas de sus posturas estaban francamente en contra de las creencias más aceptadas en México (el Papa, la Virgen de Guadalupe, el aborto, comida chatarra, ateísmo, Cuba, comunismo, etc.) estoy asombrado por el grado de aceptación que ahora parece tener Eduardo del Río, Rius. ¿O sólo fue lectura de entretenimiento? Ojo: el entretenimiento no necesariamente excluye a la reflexión.

jueves, 3 de agosto de 2017

A veces hasta florece



Hoy me hicieron un halago que no tiene nombre. La señora Carmen, la que me renta, me dijo:

—Ya vi que le floreó su platanillo.

Se refería a la planta que tengo afuera, en la banqueta. Así se llama y no sabía: platanillo.

Ahora que lo pienso, la planta la sembró un compa de nombre Cristóbal (luego contaré aquí su historia). Yo sólo me encargué de regarla.

La señora Carmen me dijo que ha sembrado varias plantas de esas, y todas se le secan. Dice que todo se le seca.
Yo le digo que cuando uno le pone cariño, todo crece.

—No, si hasta les mando besos, pero nada.

Luego me dijo que a ver cuándo voy a ayudarle con sus plantas.
Me hizo sentir especial, como si yo tuviera facilidad para eso de las plantas, pero ya quisiera.

Pienso que todo aquello en lo que uno se enfoca, crece.
A veces hasta florece.

miércoles, 2 de agosto de 2017

Un autor con argumentos



Un día, cuando Ramiro Padilla tenía 31 años, un amigo suyo le sugirió que escribiera ensayo. Lo decía por las largas discusiones en donde Ramiro argumentaba largamente basado en lecturas de sociología, política y de cuanto libro caía en sus manos.
Asiduo a las revistas de caricaturas y más tarde a la “Enciclopedia temática” los cuentos infantiles, su curiosidad fue creciendo. La misma que más tarde le ayudó a cuestionarse y cuestionar acerca de posiciones y argumentos políticos y sociales.
Es ensenadense nativo. Y para despejar dudas, suele mencionar que lo trajo al mundo el doctor Pedro Loyola. Cierto, no hace falta haber nacido en este puerto para escribir sobre esta ciudad, y en su caso no repara en enfrascarse en discusiones lo mismo sobre la Baja 1000 que acerca de los raíces históricas de la ciudad.
Y a pesar de haber publicado novela y cuento, es en el ensayo donde parece moverse con más amplitud. “Poder, sociedad e imagen” y “Apuntes desde Ensenada” (ambos en editorial Urbanario) son dos de sus títulos que recogen parte de sus reflexiones.
En el primero ofrece una mirada crítica hecha de la literatura al poder que incluye un análisis del papel de la imagen y el manejo que hace de la violencia en los momentos actuales.
En el segundo, según sus palabras “es una suerte de tratado que habla de la identidad del núcleo urbano de la ciudad. No es sólo un intento de análisis sociológico, sino en su sentido más amplio un ejercicio de imaginación crítica, parafraseando a Octavio Paz”.
“Apuntes desde Ensenada” es una recopilación de artículos publicados en uno de los portales más leídos del puerto. Su hilo conductor es la identidad ensenadense y hasta qué punto el habitante de este puerto le cuesta verse como parte del país.
Este volumen de ensayos será presentado en los próximos meses en Ensenada. Los lectores de Palabra, suplemento donde comenzó a publicar hace algunos años, pueden seguirle la pista a este escritor ensenadense que no se cansa, muchas veces con humor sarcástico, de cuestionar y analizar las motivaciones del ser mexicano.


El autor es editor de sueños