jueves, 10 de septiembre de 2015

De enamorarse

Hace unos días platicaba con mi jefa acerca de si había maneras más saludables que otras de enamorarse. Antes pensaba que este asunto estaba ligado necesariamente al dolor, incluso al sufrimiento. Y sí, en las relaciones puede haber momentos de dolor, como en la vida, pero ahora pienso que no es un requisito; de ningún modo hay algo así como una cuota mínima (como el salario mínimo) para una relación estable y madura, es decir, para que sea feliz, pues.

Hace falta, eso sí, que cada una de las partes tenga la cabeza muy libre para pensar y haber resuelto esos problemas que todos venimos cargando tal vez desde la infancia, o con nuestros padres. Esos asuntos que nos hacen repetir patrones y seguirla cagando por el mundo, enamorándonos o emparejándonos de una manera que nunca va a ser profunda.

Desgraciadamente hay quienes nunca adquieren las herramientas necesarias; es más, no saben que se pueden adquirir y así mejorar la relación con nosotros mismos.

Todo esto salió porque veo personas que siguen cumpliendo años, pero no siguen cumpliendo sueños, es más, son adultos de más de 40 o 50 años y siguen actuando como adolescentes, casi con los mismos tropiezos y actitudes ante la vida y el amor.

En resumen, creo que primero debe estar bien uno para luego poder estar bien con el otro. Lo digo yo que durante años fui en la dirección opuesta, que durante años hice lo que no se debe. En fin. Pero muy contento ahora.

Vuelvo a la pregunta. ¿Hay maneras más sanas que otras de enamorarse y de estar en pareja?

(2010)

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