lunes, 24 de agosto de 2015

La pasión de Borges

Hoy en el natalicio 116 del escritor Jorge Luis Borges he visto en Facebook algunos carteles alusivos. Uno me dio risa. En una frase atribuida a él dice algo así como que "uno se da cuenta que está enamorado cuando ve que la otra persona es única". No sé de dónde sacan tanta mamada (y junta). Con este tipo de comentarios podría pensarse que el buen "Georgie" supo mucho de pasiones y amoríos, pero nel. Se enamoró, sí de varias. Como de Estela Canto y otros amores no correspondidos. Pero Borges, encima un edipazo, era un ropero que leía. Fuera de su matrimonio sin pasión, como relata Emir Rodríguez Monegal (en "Borges. Una biografía literaria"), no hubo mucha sangre erguida —Alfredo Serra escribe que fueron seis novias en su vida. Si no es porque María Kodama se le lanza (y en sus últimos días se casa con él por poderes, en 1986), el buen Jorgito no habría tenido más que puras pretemporadas, aunque de hecho tuvo pocos goles. Lo que sí parece un hecho es que las mujeres solían tenerle más admiración que deseo. Valiente camino para quien un día logró sublimar un amor acaso imaginario en las líneas: "Yo, que tantos hombres he sido, no he sido nunca aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach". (En la foto, con Elsa Astete, su primera esposa; duraron casados entre 1967 y 1970).


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