sábado, 25 de abril de 2015

Lydia Cacho en Ensenada,

Explanada del Cearte, 24 de enero de 2015
Preguntas en la rueda de prensa previa

Lydia Cacho ante mil 200 personas en la explanada del Cearte, la tarde del 24 de abril del 2015. Foto: Cortesía de Ensenadita.
G, Ortega ¿Cómo se puede combatir la objetalización de la mujer?
México ha tenido muchos logros importantes en términos de los cambios culturales con respecto a las mujeres, y me parece que hay dos aspectos en los que la incidencia es mucho más importante para hacer esta transformación cultural y eliminar la cosificación de las mujeres o el tratarnos como objetos, y esos dos espacios son sin duda los espacios educativos y los políticos.
El educativo tiene una incidencia directa en la población. Hasta la participación equitativa de hombres y mujeres en las escuelas, eso ya está sucediendo en México. Hace diez años, en muchos espacios educativos, incluso de educación superior, eran mucho más los hombres que las mujeres, hoy en día hay en muchos espacios hay muchos espacios en los que hay más mujeres que hombres, incluso en la propia prensa, hay redacciones que se han feminizado de manera importante.
Me parece que participación de las mujeres en todos los espacios, en el ejercicio de la cultura, del poder y del arte permiten que las mujeres dejen de ser contempladas como objetos, objetos para ser utilizados, para ser vendidos,  para ser abusados, y como sujetas de derecho y de aportación también. Y precisamente estamos en un espacio que nos permite discutir estos temas.
Uno de los agentes más importantes desde mi punto de vista para la transformación de esta cultura sexista es sin duda la prensa, los medios de comunicación en general, pero particularmente la televisión y los medios publicitarios. Ayer en la Ibero Tijuana, las y los estudiantes  hicieron un ejercicio increíble de análisis  de derechos humanos con su profesor de fotografía. Por ejemplo la perspectiva del arte crea un estudio de la semiótica, de análisis de la publicidad para revisar el sexismo. Y fue muy interesante porque fue una revisión de la publicidad mexicana, estudiantes de 19 y 20 años, y llegaron al quid del asunto. Dijeron aquí está la publicidad que nos regala todos los días, la que nos está reiterando que las mujeres son objetos, que la belleza, a pesar de que las modelos sean el uno por ciento de la población mundial, nos están diciendo que todas las mujeres deben tener cierta apariencia y comportarse de una manera determinada, que casi siempre es algo relacionado con el hembrismo, es decir , tratar al cuerpo como objeto  y proyectarte como un objeto y al mismo tiempo como una sujeto que manipula, ese es el hembrismo, que sería el equivalente del machismo, es el complemento del machismo.
Aquí hoy estamos para empezar a discutir lo otro, lo que sí está sucediendo también, que es el feminismo y las nuevas masculinidades, que están comenzando a transformar paulatinamente en nuestra cultura.

 Gerardo Sánchez García: El mes pasado compareció usted en este proceso que se sigue por el caso de tortura. ¿Formalmente hay más acusados?  
Referente a estas cadenas de turismo sexual, mencioanaba que en Tijuana pudiera darse esta situación ¿Hay noticias de que en Ensenada se esté generando este tipo de comercio, este tipo de tráfico sexual?
L.C.: Las acusaciones directas que yo entable en la PGR desde hace 10 años, cuando fui secuestrada y torturada por la autoridad de Puebla, son en contra de la procuradora, de la juez, del propio exgobenador Mario Marín, de Kamel Nacif, y de los dos policías que directamente me torturaron. Uno está detenido, el otro está prófugo, tiene orden de aprehensión pero se dio a la fuga.
La PGR ha guardado en el cajón del olvido el resto de las investigaciones y las órdenes de aprehensión. Ayer platicábamos en Tijuana mis abogados y yo que consideramos que fue detenido este policía justamente porque en octubre del año pasado yo llevé con mis abogados a Ginebra, ante el tribunal, ante el comisionado de la ONU, un caso, en mi caso justamente para tratar de atraer a la justicia a todos los implicados, incluido a Kamel Nacif, y los senadores y diputados en las redes de prostitución y trata  de personas, vemos qué sucede, mientras tanto voy a seguir con los careos con este policía que directamente está acusado de torturarme, Los demás están sujetos a procedimientos diferentes.
Sobre Ensenada. Justamente ayer hablaba con mis colegas de Tijuana. Cuando estuve investigando para mi libro, sobre las Esclavas del poder visité tres veces y en lapsos bastante largos Tijuana, justamente para investigar cómo estaban funcionando las redes, a partir de algunas sobrevivientes que habían sido introducidas en la trata desde los 15 y 16 años. De todas mis investigaciones no tengo evidencia de casos concretos de explotación sexual infantil en Ensenada, sin embargo hay alguna declaraciones por parte de asociaciones de mujeres aquí en Baja California que aseguran que la explotación sexual comercial también se da aquí [en Ensenada] y justamente hay un comercio de turismo de explotación sexual del turismo de los Estados Unidos que viene hacia acá pero yo personalmenmte no tengo evidencia de eso.

César Córdova. La grabadora no registó claramente la pregunta que versó sobre la situación de los centros de rehabilitación.
El caso de Mamá Rosa en Michoacán, muchas personas que conocíamos de ese proyecto nos quedamos sorprendidas, luego ya entendí y reconocí públicamente que me había equivocado y que esto se había convertido en una organización verdaderamente monstruosa y casi mafiosa. Las organizaciones no gubernamentales en México tienen un problema histórico importante. Durante mucho tiempo, décadas, sobre todo en los primeros 50 años de gobierno del PRI, las asociaciones civiles dependían de la venía del gobierno federal para poder existir, y no solamente la venía sino los recursos directos obtenidos y que el presidente o la esposa del presidente, en el caso del DIF, reconocieran la importancia, y sobre todo la sumisión de las asociaciones civiles para existir.

2.
Las organizaciones no gubernamentales comenzaron a cambiar en México, y desde que se dio la transición democratizadora, (no digo democrática porque estamos en una transición democratizadora) con el presidente Vicente Fox, me parece que sucedieron dos cosas paralelamente, una que nos atañe a nosotros. De pronto tuvimos una apertura en los medios que no habíamos conocido antes y que ahora estamos pagando el costo de esa apertura pagando el costo con muchísima violencia en contra de la prensa, y por otro lado las asociaciones civiles entendieron que podían empezar a fortalecerse y a ser más independientes.
En este contexto muchas organizaciones civiles comenzaron a abrir las puertas en los estados, todavía en la dinámica anterior, y muchas de ellas son religiosas.
(Aquí yo sí quiero puntualizar de manera importante: no todas las organizaciones religiosas que rescatan por ejemplo personas con adicciones, hacen daño a las personas, pero hay muchos de ellos que sí están haciendo daño, sobre todo muchas cristianas que se han detectado en todo el país).
(…)
3
Yo he documentado, por ejemplo la cadena Hilton, la cadena Marriot en particular, que tiene el mejor proyecto ha educado y entrenado a todo su personal para descubrir si hay algún turista que esté trayendo menores de edad dentro de los hoteles para tener sexo con ellas y ellos.
Todavía persisten estas redes entre los taxistas y los botones o los bell boy que son los que traen a las jóvenes a prostituirse dentro de los hoteles de lujo o en ciertas zonas turísticas. En ese sentido este proyecto a nivel nacional y las Secretarías de Turismo de los Estados las implementan. Ahora bien, los gobernadores de cada estado tienen una incidencia directa en las secretarías de Turismo locales, y entonces los gobernadores  en estos momentos en que estamos en elecciones intermedias, lo que están diciendo es “no le muevas a nada, no saquen números” y están deteniendo y ocultando los números sobre la explotación sexual, y ahí otra vez el papel de la prensa local está como un factor fundamental para evidenciar el problema.
En la segunda pregunta que tiene que ver con el opresor y el oprimido, me parece que en este momento México necesita de un gran movimiento social fundamental y es el movimiento de los hombres.
Lo que ha sucedido con Ayotzinapa me parece ejemplar porque el líder de todo este movimiento es un joven que se llama Omar, que fue uno de los pocos sobrevivientes de esta masacre, o de estas desapariciones forzadas que se convirtieron en masacre. Omar se ha convertido en un ejemplo de estos chicos que están en le resistencia civil, pero que también entienden cuál es el papel de los hombres jóvenes. Entienden que la opresión crea o fomenta la violencia y una mayor discriminación a veces, pero también entiende que a él le toca hacer una reflexión personal sobre cómo él se enfrenta a esta necesidad o a este impulso por ejercer violencia.

Es parte de la plática que vamos a tener en un momento, justamente ésta, qué significa ser oprimido, qué significa ser opresor.

César Córdova: Qué opinión le merece el comentario que hizo el gobernador de Baja California Francisco "Kiko" Vega el pasado mes de marzo cuando dijo que "las mujeres están rebuenas... para cuidar niños".
L. C.: Me recuerda cuando (Jorge) Hank Rhon dijo que las mujeres eran como ganado, o cuando (Vicente) Fox dijo que eran como lavadoras. Lo que demuestra es que hay una misoginia estructural en estos hombres de poder", dijo en el Cearte la tarde de este viernes 24 la activista Lydia Cacho al preguntarle su opinión sobre el comentario "las mujeres están rebuenas... para cuidar niños
Conferencia.
1.
La coincidencia maravillosa de que el centro de ciencias esté unido con el centro del arte para que podamos dialogar sobre estos temas que me parecen fundamentales, en un momento en el que se discute casi únicamente el tema de si votar o no votar y la verdad es que no tenemos mucho por quién votar.
Ya dijeron quién soy pero quiero volver a presentar algunas cosas de quién soy como mujer.  Algunos de ustedes saben que soy periodista, que publicado varios libros de investigaciones sobre el vínculo entre el poder político corrupto, la delincuencia organizada, la trata de personas, los empresarios que se dedican a hacerle daño a las y los demás. También he publicado un libro de poesía, que fue mi primer libro, hace 18 años. Bastante malo, soy mala poeta, debo confesar, qué bueno que me convertí en mejor periodista que poeta.
También me encanta cocinar, soy bastante buena cocinera. Para sorpresa de muchos porque creen que las feministas nos dedicamos a perseguir con el sartén a la gente. Yo uso el sartén para cosas más útiles que perseguir a los hombres con él.
Me encanta cocinar, me gusta hacer yoga, cuido a mis perritas, tengo gallinas en mi casa, tengo un huerto en el que cultivo la comida que como en casa.
¿Por qué les cuento esto? Bueno, porque casi siempre cuando describimos a alguien que es conocida o conocido y se va a dedicar a expresar alguna idea hacemos una definición muy cerrada de quién ese esa persona.
Yo no estaría aquí en este momento, si no fuese por las mujeres que me antecedieron.
Mi abuela materna, una mujer nacida en Francias que fue muy aguerrida, involucrada políticamen ton mi abuelo en Francia y Portugal durante la dictadura de Salazar, tuvieron que huir de Europa para venirse a México con mi madre cuando era apenas una niña que nació en Francia.
Mi mamá se educó en México, pero al mismo tiempo dentro de una familia muy revolucionaria. Una familia que tenía una clara noción de lo que significaba la igualdad y la batalla por los derechos de las demás personas. La familia, que creció en un ámbito de guerra, donde la comida era poca, y tenía que compartirse, donde la solidaridad era una forma de estar y ser en su comunidad, y en sus países.
Mi abuelo era portugués, era carpintero. Hacía un poco de todo. Era un hombre muy interesante. Mi abuelo me enseñó a ser bancos de madera. Me enseñó a leer poesía.
La primer vez que yo leí a Fernando Pessoa fue gracias a mi abuelo que me sentó junto a él y que me dijo: “Una mujer mexicana debe saber tres cosas: una tiene que conocer la poesía para conocer su alma; dos, tiene que conocer mucho de futbol (porque a él le gustaba el futbol); y tres, y tiene que saber que su cuerpo le pertenece y su país también.
Por su puesto que mi madre, ya se imaginarán, y mi abuela jugaron un papel fundamental en mi vida. Pero también mi abuelo jugó un papel fundamental porque me hizo comprender desde la voz masculina que las mujeres somos iguales, no solamente ante la ley, como dice la Constitución, sino ante la mirada de los hombres que nos aman, o por lo menos eso yo creía cuando era niña.
Y mi padre es un hombre mexicano criado en una familia militar. A mi padre lo llevaron desde niño a una escuela militar, y lo forzaron desde  pequeño a creer que ser hombre era ser macizo, callado, macho, sostenido; un hombre-cartera, de esos que cree que tenía que trabajar todo el tiempo para mantener a todo el mundo porque eso era lo que ser tenía como hombre.
Mi papá poco a poco fue buscando una forma diferente de ser él y de ser hombre mexicano, en un contexto de los años cuarenta y cincuenta, y se enamoró de una feminista francesa que era psicóloga y después sexóloga. Es decir: me tocaba. La gente que cree en los asuntos místicos y cree que las personas por nacer eligen en dónde nacer, me parece que a mí me tocaba si eso fuese cierto.
Y en ese contexto fui educada.
En mi casa éramos tres hombres y tres mujeres. Nos decía que éramos iguales. Dese bastante jovencitas nos enseñó a mis dos hermanas y a mí a cambiar la llanta del auto, a revisar el radiador, si teníamos un accidente qué debíamos hacer, nos enseñó a jugar futbol. Soy muy buena portera para quienes pregunten qué posición me gusta jugar.
Y mi abuelo era campeón de futbol en el Club de Port cuando era joven y mi madre aprendió futbol cuando era joven y le gustó.
Y mi madre nos enseñó a cocinar, y enseñó a cocinar a mis hermanos. Y todo lo que nos enseñaba, nos lo enseñaba por igual a ellos y a nosotras.  Eso era la forma en la que yo crecí. Para mí eso era algo absolutamente normal.
Pero claro: salí a la calle y las cosas cambiaron radicalmente, porque el entorno en el que yo creí parecía un mundo completamente absurdo frente a lo que sucedía afuera en la calle, donde se suponía que las niñas como yo, debían jugar con su muñequita, con unas trencitas, con unas colitas todas lindas, y no jugar futbol.
La primera vez que alguien me dijo que era lesbiana no me quedó muy claro por qué y corrí con mi mamá y le dije: “Mamá, dicen en la escuela que soy lesbiana ¿por qué?”, pues porque estaba jugando futbol y no me gustan las muñecas, porque tengo muchos amigos niños y niñas. Pues nada más. Entonces le dije: “¿Qué es una lesbiana?”. Y mi mamá me dijo: “Una lesbiana es una mujer que se enamora de una mujer”.  Me dijo: “te voy a explicar una cosa: las personas se enamoran de las personas. A veces son hombres y a veces son mujeres y a veces hay personas que se enamoran en una época de su vida un hombre y a veces de una mujer”. Claro, mi papá estaba un poco asustado con esa respuesta y puso cara de  “Dios mío no le digas eso a la niña”. Pero me quedó clarísimo que decirme lesbiana no era peyorativo. Los niños de las escuela creía que me gustaban las niñas y yo siempre pensé: a mí me gusta le gente en general, a mí me gustan los niños y las niñas, aunque no me gusten erótica o sexualmente. Pero nunca lo tomé como una ofensa que me dijeran lesbiana. Por eso recientemente cuando el gobernador de Quintana Roo quiso acusarme de lesbiana porque no sabe qué hacer conmigo cada vez que lo denuncia por corrupción, entonces saca revistas y publicaciones en las que pone mi fotografía y dice que soy enemiga del estado, o que soy lesbiana. Pobrecito.
Eso es la misoginia estructural.
Ustedes han visto en este estado cuando el gobernado dice que las mujeres deben de regresarse a la cocina, que son objetos, y les arrebata su condición de sujetos de derecho.
Cuando una mujer en México dice que es feminista la mayoría de la gente dice: “ups”.
Y luego cuando anunciaron que iba a venir yo a hablar de los derechos de las mujeres hubo por ahí algunos profesores que dijeron: “Híjole, ¿no nos van a alebrestar a las alumnas?”. Y la respuesta fue sí, ojalá. Eso es lo que esperamos que suceda, y no solamente a las alumnas sino también a los alumnos (aplausos por siete segundos).
Grabación 2
…una red de pornografía infantil alrededor de la cual publiqué después un libro que se llama Los demonios del Edén

¿Qué significan los derechos de las mujeres?



(el resto, en proceso de transcripción)

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