martes, 10 de marzo de 2015

Parodoja de luminarias

Como una suprema muestra de que nuestra cabeza no crece, o no madura a la par de nuestros afectos, o mejor dicho, a la par de nuestro aparato emocional, está el ver aquellas luminarias del pensamiento, de las letras, de las artes, esos que cada que hablan regalan un aforismo con un exquisito moño de lenguaje, o un retruécano que nos saca una sonrisa, o a quienes les leemos una frase que nos sigue dando vueltas mientras vamos a comprar el mandado al día siguiente, es ver, repito, a estas personas tan sorprendentes, que sin embargo son incapaces de verse al espejo y no darse cuenta de lo nocivos o incapaces que son para tener relaciones humanas con su mundo inmediato son personas biodesagradables. Creo que hay un niño enojado o inconforme, perdido en medio de la calle en todo esto.
O como dijo, de modo más sencillo, un conocido: "Que tenga un doctorado no le impide a una persona ser un patán".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te agradezco el tiempo que te tomas para dejar un comentario. Mi correo es yadivia@hotmail.com