martes, 30 de diciembre de 2014

Señor, no lo olvides



De muy joven, las mujeres en las que más me fijaba eran aquellas con quienes tenía más probabilidad de que no me hicieran caso. No siempre me fue mal, claro. También volé alto y caí de muy alto, pero mi porcentaje de bateo (el que ellas me batearan, se entiende) fue una marca muy alta. Yo le llamo el Síndrome de David Summers.

Hoy, que no me embarco en empresas con sólo esbozos inconstantes y mapas nebulosos, pienso en todas las cartas que escribí, los libros con poemas, incluso las serenatas que llevé, que llevamos.

Aquellas que ya se subieron al barco de un matrimonio –bien llevado, mal llevado, como fuere– ya miran desde otra orilla, ven pasar algunos barcos a lo lejos.

Otras no.

O, como escribió el poeta Marco Antonio Campos:

Señor,
déjame lejos de sus manos,
de la sombra voraz de su ternura.
No permitas que vuelva al mismo sueño.
Pero, señor, –no lo olvides–
haz que se arrepienta de no haberme amado.



Lo que sucede "sin querer"

Las situaciones que suceden "sin querer", son las que más sospechas me despiertan. Pero las dejo pasar como un guiño o una broma de la vida.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Respuestas

Entre las respuestas que me causan mayor deleite está: "No voy a responder eso".

martes, 23 de diciembre de 2014

Los sueños

Los sueños son una parte del alimento de la vigilia.

Espacio compartido

Comparto depa con Miguel González, el cabrón sobre el que estoy escribiendo. Sólo que a veces no viene, o me deja un trapo rojo en la puerta.

Sobre la gente que me cae mal

Este era un tipo a quien le avergonzaba que alguien notara cuando alguna persona le resultaba desagradable.

Pensaba que cuando una persona nos cae mal se debía más a una debilidad del propio carácter y no porque esa persona resultara molesta o pesada.

También pensaba que expresarse mal de alguien, en el sentido de hablar en sentido molesto de las actitudes de otro, era algo frívolo y vulgar.

lunes, 22 de diciembre de 2014

La belleza

La belleza es poder, y como todo poder, está bajo sospecha. No por nocivo en sí mismo, sino porque corre el riesgo de inclinarse y mantenerse hacia el lado de la superficialidad y con ella, quien le apueste.
La belleza es poder, y como poder tendrá la tentación de acumular más poder.
La belleza es poder, y por lo tanto dos veces tentación.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Cuidar el nombre

"Lo único que tenemos es nuestro nombre". A la primera persona que se lo escuché decir textualmente fue a una antigua jefa: Consuelo Morales Elizondo. He conocido a unos pocos más que se conducen bajo esta premisa. La frase expresa una prioridad ética de cuidar nuestros actos más allá de un puesto, nivel socioeconómico o incluso cualquier atractivo personal. Me parece que quienes se conducen bajo esta premisa suelen derivar en una especie de líderes morales cuya palabra se vuelve de peso porque a lo largo de mucho tiempo demuestran (con muchos huevos, hay que señalaron) que tienen intereses y preocupaciones mucho más elevadas que un interés individual o familiar. Conozco algunos, unos pocos, seguro no son más de cuatro. De esa gente que hace escuela.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Tejer grueso y tejer fino

Hay personas que pueden crear objetos con la fuerza de sus manos, tales como casas, muebles de madera, trabajos de herrería. Tienen habilidad gruesa.

Hay otras personas que pueden hacer trabajos de joyería y distinguir por su brillo la calidad del metal; saben tejer tan fino que sólo un ojo entrenado puede distinguir y apreciar la labor.

Lo mismo sucede con las actividades del pensamiento.

martes, 9 de diciembre de 2014

El Bulto

Hoy me desperté como Gabriel Retes en la película "El Bulto". Desorientado, abrí los ojos con una canción de Vilma Palma. Eso y una canción de Selena fue lo último que escuché antes de irme a dormir. Antes había estado oyendo algunas de Límite. De Selena recuerdo cuando la vi en La Feria de Monterrey hace poquito, y de Vilma Palma me queda claro que amenizaba algunas reuniones. Pero algo pasó. Me quedé bien dormido. A Selena la mató Yolanda Saldívar en marzo del 95. Límite ya no es Límite, ahora es Alicia Villarreal haciendo desfiguros. Y de Vilma Palma mejor ni hablamos. Es parte de la prehistoria. Su canción La Pachanga tiene más de 20 años. Los mismos que he pasado dormido. Pero para mí fue apenas anoche. Anoche, sí, anoche. Si Vilma Palma viviera tendría ochenta años.

El piropo como utilidad variable

Si nos atenemos a los hechos, cada mujer en su conciencia sabe el lugar en donde se producen, la cantidad y la calidad de los piropos que viene manejando. En eso no se puede engañar. Que pretenda hacernos creer que no sabe o no se fija en eso, es otra cosa.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Puf, más sobre futbol

Si me piden un comentario sobre el futbol, como lo hizo mi primo Paco, no sabría qué decir. En mi tierra, el equipo universitario está en la final. Mi primo, como mi estimadísimo Enhoc, son americanistas de los serios, de toda la vida. En cambio, mi querido Daniel, que hoy por cierto cumple un lustro como padre, es aficionado a los Tigres. ¿A quién le voy? Caray, no me late mucho la mercadotecnia, el negocio de las piernas. Cada jugador, por bueno que sea, está trabajando. No conozco ninguno que diga, me quedo con este equipo porque soy su seguidor (aunque me paguen la mitad o la cuarta parte). Si un jugador, que son realmente los que están haciendo que este espectáculo tenga algo de atractivo (no siempre) puede cambiar de camiseta cuantas veces sea necesario para seguir en el futbol ¿por qué yo me voy a casar y defender unos colores toda mi vida? A los jugadores les están pagando; dudo que a mí ningún equipo me ofrezca "ni un café" por hablar bien de sus colores. En resumen, los colores de una camiseta, como los de un credo religioso, se adquieren en la infancia y se graban en la sangre junto con experiencias imborrables, eso lo sé y lo respeto; además veo que dan orgullo e identidad (algo bastante serio) y son algo a lo que rara vez se renunciará en la vida. Perfecto.
En mi caso prefiero la esencia del futbol, que obviamente no es el negocio de la publicidad ni de la cerveza, tampoco las declaraciones de técnicos y jugadores que solamente en el 0.25 por ciento de los casos tienen algo interesante que decir (es decir, una de cada 400 declaraciones, para quienes les gusten las cifras). La esencia del futbol son aquellas jugadas que sabe Dios como suceden: los cito para que los busquen o los recuerden: Van Persie contra España en el pasado Mundial; Tim Cahiil contra Holanda. O el gol de James Rodrigues.
Si vale la pena estar frente a una pantalla por 90 minutos, más vale que sea por un excelente futbol, si no, para qué.

domingo, 7 de diciembre de 2014

¿Qué equipo pasó a 'Semis'?

Al menos trato de cuestionarme un poquito sobre el uso que le damos al lenguaje desde los medios de comunicación. Lo digo porque en cierta medida la televisión, la prensa, muchos periodistas y también mercadólogos usan, o mejor dicho, popularizan términos, distorsionando conceptos. No son sólo palabras, como pudiera pensarse. "Aperturar una cuenta", "Tal equipo pasó a Semis", "...para tener un buen fin (muchos aún no queremos morirnos, sea de la manera que sea) o "Que tengas buen fin (gracias, no), "Ya está pagada la aseguranza ¡!". No son sólo palabras como pudiera pensarse, pues el uso del lenguaje es la parte más visible de nuestro proceso de pensamiento, y al distorsionar, mutilar o sustituir simplificando una expresión, "puenteamos" un proceso mental y mutilamos una raíz que no creció ayer, sino que es parte del mundo de significados en un largo proceso en constante evolución (evolución, cambios; no caprichos). Como dijo don Antonio Alatorre: "En la rosa que hoy olemos, aún percibimos el 'ódor rosae' de hace 20 siglos"..

jueves, 4 de diciembre de 2014

El billón ya no es lo que antes era

Resulta que debemos adoptar en automático la expresión "billón" como equivalente a "mil millones", cuando por muchos años para Hispanoamérica equivalía a "un millón de millones". La iniciativa de "millardo" para "mil millones" no ha sido del todo exitosa. 

Como de costumbre, rige el lenguaje del más poderoso.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El villano de la película

Cuando estaba en la prepa mi maestro favorito era el de TLL, José Arturo Torres Tobías. Lo recuerdo con mucho afecto. No sólo porque su personalidad y la forma en que contaba algunos episodios de, por ejemplo La Ilíada, hacían sus clases muy amenas, sino porque fue al primer adulto a quien le mostré un relato mío. "Trae algunos detalles, pero la idea básicamente funciona", me contestó días después de leer aquellas cinco hojas escritas a mano. El cuento ese no servía; no servían ni tres frases juntas. Pero mi maestro se lo estaba diciendo a un huerquete de 16 años que era yo, y sentí como si el dedo de Dios tocara mi frente devota. Andaba bien perdido, pero me fui encontrando. 

Creo que ese comentario fue decisivo para entrar a los talleres literarios a los 18 años. Pues bien, me acuerdo de mi maestro ahora que imparto una clase similar, TLR. Sólo que aquí soy el villano, aquel que tiene que partir el queso, a veces cortar cabezas. Aquel que no es tan simpático como mi maestro. 

Sin embargo, por fortuna en muchos alumnos noto sí, un cambio de actitud en relación con su forma de expresarse por escrito. No seré ningún Arturo Torres, pero creo que sí hubo un cambio en sus puntos de vista, del mismo modo en que ellos me enseñaron a mí.