martes, 18 de noviembre de 2014

Juez, abogado, jurado y verdugo

En una entrevista a propósito de su novela El tango de la guardia vieja, el español Arturo Pérez-Reverte contesta así a una de tantas preguntas hechas por Virgina Drake y publicadas en XLSemanal el 11 de noviembre del 2012:


XL. Hay en la novela una declaración de admiración en toda regla: «Hace que sienta lástima por los hombres a los que una mujer nunca miró así».
A.P.R. Eso no es una idea, es un axioma; es una verdad monolítica, lapidaria. La mujer es el testigo, sin duda. La mujer es juez, abogado, jurado y verdugo. Una mirada admirativa de una mujer superior es el mayor premio que un hombre puede tener en la vida. Es lo más a lo que puede aspirar un tío. Hay hombres capaces de cruzar océanos, de matar, de morir con tal de que una mujer los mire con admiración. Hay miradas por las que el hombre se haría matar en el acto; y es verdad, es que ha ocurrido, es que históricamente es una realidad. No hay mayor desprecio que una mujer así te ignore.

Aquí la entrevista completa:

http://www.finanzas.com/xl-semanal/magazine/20121111/arturo-perez-reverte-miradas-4049.html

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