viernes, 27 de junio de 2014

Purificación Carpinteyro, ternurita

El pecado más grande de Purificación Carpinteyro no fue querer formar una empresa, gracias a las reformas legales que ella misma había impulsado (de manera premeditada o no para este objeto), sino que cometió el peor pecado que puede cometerse en el mundo de la política: la ingenuidad.

La pregunta no es qué tan grave es la acusación, o en su caso, el conflicto de intereses que presuntamente presenta en su doble papel de legisladora y de futura empresaria independiente.

La pregunta es quíén pidió su cabeza.


Tellezgate. En el 2009 se dio a conocer una grabación telefónica en la que Luis Téllez, subsecretario de Agricultura con Carlos Salinas de Gortari, y secretario de Comunicaciones y Transportes del 2006 al 2009 en el sexenuio de Calderón, afirmó que "Salinas se robó la mitad de la cuenta secreta", es decir, varios miles de millones de dólares. Aunque al final fue absuelta, Téllez denunció ante la PGG que Purificación Carpinteyro, en ese momento subsecretaria de Comunicaciones y Transportes, había sido responsable de filtar esas grabaciones.

Esa fue una llamada de atención. Pero al parecer no supo interpretarla, no entendió la señal o, lo que a mí me parece, fue muy ingenua. Sus reconocimienrtos internacionales como mujer de negocios, su Maestría en Harvard y su amplia experiencia en empresas de telecomunicaciones no le enseñaron que no se debe meter con quien no se debe meter. Sí lo hace, realmente estará sola. Sola. Y en la política nadie va solo.

Tras el descalabro, esta talentosa mujer reconoce la falla. Publica en Reforma este viernes 27 de junio:
Pero lo que más me mortifica es el enojo que siento conmigo misma por descuidarme cuando nadaba con tiburones.

La afrenta la iba a pagar. Era cuestión de tiempo.

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