miércoles, 4 de mayo de 2011

Tolerancia

Propongo ampliar el siguiente principio.

Todas las personas son respetables, pero no todas las ideas son respetables. Entonces, cómo decirle a Osama Bin Laden, por citar un ejemplo extremo, que sus opiniones no son en absoluto respetables, pero respetar sus derechos.

Creo que asumimos, confundimos, o fundimos a la persona con sus ideas. Incluso, la crítica que hacen a nuestras ideas está a un milímetro de parecernos una ofensa, cuando no lo es realmente.

Hasta dónde debo tolerar la música del vecino de enfrente cuando interfiere en mi trabajo o en mi sueño.

¿Debo ser tolerante cuando el otro tiene una carnaval cuando estoy trabajando? ¿me debo quedar callado en nombre del respeto y la tolerancia?
¿Si soy herrero, me debo quedar callado cuando el panadero me viene a señalar que mi yunque no es apto para mi trabajo? ¿la tolerancia es para todas las ideas o nada más para las personas? ¿expresar una opinión no implica el riesgo en automático que otro te la rebata?

El asunto es más complejo que esto, pero esto es lo escencial.

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