martes, 17 de noviembre de 2009

Las cosas simples

Ayer que salí a caminar me dio mucha sed, pero no traía lana, sólo mis llaves y una cajetilla a la mitad. Pasé por la Central de Carga y detrás de una reja vi que un bato lavaba un tráiler y estaba una llave abierta. Le pedí permiso para tomar agua y me dijo que sí con una seña. Lo vi como que receloso o tal vez muy ocupado o quizá fastidiado. Le di las gracias y ya para irme saqué la cajetilla y le ofrecí un cigarro. "Me caíste del cielo, compa", me dijo. Y sonrió. Digamos que él me regaló una sonrisa.

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